GRAFOLOGÍA PARA CONOCERNOS MEJOR A NOSOTROS MISMOS Y A LOS DEMÁS A TRAVÉS DE SUS MÚLTIPLES APLICACIONES

Del griego “GRAPHO” (escribir) y “LOGOS (estudio, tratado), definimos la Grafología como una técnica proyectiva cuyo objetivo principal es, mediante el estudio de la escritura, llegar a un conocimiento profundo de la personalidad.

Si bien es cierto que cuando somos pequeños a todos nos enseñan a escribir bajo un mismo modelo caligráfico convencional, nos referimos a esos cuadernillos de caligrafía que todos hemos usado en las primeras etapas de nuestro aprendizaje en el colegio, conforme vamos creciendo y madurando, es decir, a medida de que nuestra personalidad va adoptando nuevos patrones de conducta, nuestra escritura también se va modificando y va dejando atrás ese modelo escritural aprendido para dar paso a la aparición de determinados automatismos, propios y exclusivos de cada ser humano, determinados rasgos escriturales que en definitiva son los que hacen que no existan dos escrituras iguales, sino que cada una sea única e irrepetible, al igual que ocurre con nuestras huellas dactilares.

Cuando escribimos, dibujamos, e incluso cuando garabateamos sobre la hoja en blanco, lo que realmente estamos haciendo es proyectar de algún modo cómo somos, cómo nos sentimos y cómo nos relacionamos con los demás dentro de nuestro entorno social, entre otros aspectos, pues un estudio grafológico completo sobre la personalidad abarca aspectos Intelectivos, Volitivos y Comportamentales.

A todos alguna vez nos ha llamado la atención un determinado tipo de escritura, bien por su reducido tamaño, bien por ser éste excesivamente grande. A veces, también ocurre que nos encontramos con escrituras muy complicadas, con abundantes adornos o rasgos innecesarios, otras veces, por el contrario, vemos escrituras demasiado simplificadas, en las que las letras parecen filamentos de hilo, simples rayas horizontales que de no ser por el resto de letras que componen la palabra o el contexto de lo que estamos leyendo difícilmente por separado seamos capaces de averiguar de qué letra se trata. Es la denominada escritura filiforme.

De igual modo, hay personas que ocupan prácticamente la totalidad de la hoja al escribir, tanto que apenas si dejan márgenes, predominando el negro sobre el blanco, otras en cambio dejan grandes espacios en blanco en la hoja, predominando el blanco sobre el negro. Esto último se traduce, grafológicamente hablando, en una falta de aprovechamiento del tiempo y la energía, entre otras posibles interpretaciones que estarán en función de la totalidad del escrito o muestra objeto de análisis.

Sin entrar en la interpretación grafológica de cada tipo de escritura, por no ser éste el objetivo del presente artículo, resumiremos de una forma clara y concisa algunas de las aplicaciones que la grafología puede ofrecernos en la actualidad, siendo la principal de todas ellas el servirnos como herramienta de gran ayuda a la hora de un mejor conocimiento sobre nosotros mismos y los demás.

Hoy día la técnica grafológica se emplea en distintos procesos de Selección de Personal, sobre todo en grandes empresas a las que llegan un gran número de currícula y/o cartas de presentación. Los departamentos de Recursos Humanos son los que muchas veces solicitan la labor del experto grafólogo para agilizar el trabajo a la hora de llevar a cabo una primera criba curricular.

Una preselección grafológica siempre es útil, más aún cuando el volumen de aspirantes a un puesto de trabajo es elevado, y aporta numerosas ventajas al proceso selectivo, entre ellas: no es necesaria la presencia del candidato, lo que supone un ahorro importante de tiempo al entrevistador. Basta con tener una muestra de escritura que cumpla con los requisitos de idoneidad necesarios para llevar a cabo el estudio.

Hay que destacar que en todo proceso selectivo la grafología es una herramienta más y no la única para decantarnos por el candidato más apto al puesto ofertado.

La orientación vocacional es otra de las facetas donde la grafología puede intervenir, haciendo especial referencia a aquellas aptitudes e intereses que tiene el individuo y en base a ello en qué áreas podría tener mayor capacidad de adaptación. Ojo! Como grafólogos no vamos a determinar, en ningún caso, si una persona será médico, abogado, profesor o ingeniero, por citar tan solo algunos ejemplos, pero sí podremos saber qué nivel de aspiraciones puede tener, cual es su grado de voluntad para implicarse en una determinada tarea, si emplea más la lógica o la intuición, etc.

Es en el ámbito educativo donde sin duda la grafología puede servirnos de gran utilidad, sobre todo a la hora de detectar ciertos conflictos que puedan estar afectando al alumno, bien sean éstos de carácter emocional, social o intelectivo. En este punto cabe resaltar que no estaría de más por parte del profesorado adquirir sólidos conocimientos en grafología para que la relación alumno-profesor resultase mucho más enriquecedora, en la medida que el docente pueda, a través de la escritura de sus alumnos, identificar determinadas anomalías gráficas y procurar así la ayuda adecuada para su educando.

La reeducación gráfica o grafoterapia es otro de los ámbitos de aplicación de la técnica grafológica. De lo que se trata aquí es de, mediante una modificación de ciertos rasgos escriturales, llegar a mejorar ciertas actitudes o comportamientos que podrían estar influyendo negativamente en el día a día del sujeto. Se emplea principalmente en casos de bajo rendimiento escolar.

Tampoco en el campo de la medicina la grafología pasa desapercibida. Es la grafopatología la enseñanza que se ocupa de detectar la presencia de signos grafológicos que nos podrían estar indicando algún tipo de enfermedad, ya sea de carácter orgánico o psíquico, y ello incluso antes de que los síntomas se hayan manifestado en la persona. En este punto es importante resaltar que en modo alguno el grafólogo podrá emitir diagnóstico acerca de ninguna enfermedad sino que ésta tarea será llevada a cabo siempre por un facultativo especializado en tal o cual dolencia.

A veces sucede que una escritura presenta ciertos rasgos indicativos de fatiga, cansancio o decaimiento pasajeros, observándose otras veces rasgos escriturales relacionados con otro tipo de dolencias o enfermedades de mayor envergadura, como pueden ser problemas del sistema cardiovascular, locomotor, digestivo, nervioso, etc.

Dentro del campo de la investigación histórica, para el estudio de personajes famosos que han hecho historia, ya sea dentro del cine, la literatura, etc., también se emplea la grafología. Para ello es necesario tener referencias acerca de las costumbres de la época en que vivió la persona, cómo era la sociedad del momento, el alfabeto empleado y otras.

En el ámbito judicial la técnica grafología también sirve de auxilio judicial en un proceso, si bien aquí hay que hacer una clara diferencia entre ésta y la Pericia Caligráfica, pues como ya hemos mencionado al comienzo del presente artículo, la grafología se ocupará del estudio de la personalidad a través de la escritura mientras que, por su parte, la Pericia Caligráfica tendrá como base de estudio la autenticidad y/o falsedad de firmas y documentos no siendo necesario el conocimiento de la técnica grafológica para ejercer la labor de Perito Calígrafo.

Sandra Calvo Jiménez

Licenciada en Criminología

Perito Calígrafo Judicial- Grafóloga

www.scperitocaligrafo.com