El departamento de recursos humanos dentro de  la organización empresarial queda integrado por diversas áreas dependiendo del tipo de empresa que estemos considerando.

No obstante, son áreas que normalmente forman parte de dicho departamento las siguientes: administración o gestión de personal, contratación, reclutamiento y selección de personal, formación, capacitación, evaluación y desarrollo y relaciones laborales.

En esta entrada veremos cómo a través de la técnica grafológica podemos elaborar un perfil grafopsicológico cuando nuestros servicios sean requeridos por un/a técnico/a de selección de personal a través de un departamento de recursos humanos.

GRAFOLOGÍA Y RECURSOS HUMANOS

‘Perfil grafopsicológico del directivo actual’

Los tiempos cambian y con ello surgen nuevos modelos de negocio, imponiéndose éstos a formas más tradicionales y obsoletas que se alejan del progreso, pues lo que ayer parecía funcionar y tener éxito hoy ya no sirve de nada.

De igual modo se ha observado un progresivo desarrollo en el recurso humano de la empresa, que sigue estando considerado hoy por hoy como el más rico y productivo de todos los recursos de ésta.

Una organización cuyos valores persigan garantizar sus servicios, protegiendo siempre los intereses de sus empleados, precisa de una dirección acorde con esos valores, y es que no basta con tener un jefe que lo sea por el mero hecho de ocupar el puesto más alto en la empresa, sino que el nuevo modelo, en este sentido, va mucho más allá. De nada nos serviría, por ejemplo, tener un buen equipo humano liderado por un jefe que no trata bien a sus empleados, ya que la estabilidad de la organización podría verse comprometida.

Entre las principales características de este perfil destacan las siguientes:

Capacidad de organización y planificación

Respecto a la organización, será importante que el directivo lleve a cabo una buena estrategia a la hora de repartir tareas y establecer responsabilidades sobre distintas tareas.

La planificación requerirá por su parte de una adecuada formulación de los objetivos a conseguir.

Orientación a la formación

El directivo actual deberá estar continuamente actualizado, no sólo en cuanto a su formación académica, que deberá ajustarse a las exigencias del puesto, sino además demostrando interés por la evolución y desarrollo de las nuevas tecnologías, tan necesarias en una sociedad que avanza a pasos agigantados y donde los cambios se suceden a un ritmo vertiginoso.

Amplia visión de futuro

Esa actualización formativa y continua, le permitirá, posiblemente, descubrir nuevas estrategias de negocio, y con ello alcanzar una amplia visión de futuro, que precisará a su vez de una buena capacidad de organización y planificación.

Inteligencia

La persona encargada de la organización, deberá tener la capacidad psíquica, tanto de adaptarse a las nuevas situaciones que puedan surgir dentro de ella, como para hacer frente a la resolución de determinados problemas, comprendiendo tales situaciones y utilizando para ello una serie de procesos mentales más o menos complejos.

* Si bien esta característica merece una mención especial, al existir distintos tipos de inteligencia y por estar a su vez ésta impregnada de otras características más específicas, trataremos tan sólo en líneas posteriores los rasgos grafológicos más sobresalientes en términos generales.

Sentido de la justicia

El sentido de la justicia, que vendrá determinado por tratar a todos de igual modo, es una característica muy valorada en el nuevo directivo. Se van dejando atrás modelos impositivos, donde primaban el control y el orden, que lejos de favorecer el clima organizacional, termina por mermar las relaciones internas de sus empleados. El directivo actual se decanta más por relaciones basadas en una comunicación eficaz, desechando aquellas en las que prima el conflicto.

Honestidad

Ser digno de confianza es un valor que enriquece nuestras relaciones personales, nos aleja de comportamientos inapropiados y nos sumerge en la verdadera esencia del ser humano.

Tener un jefe honesto es hoy día, una de las características mejor valorada por muchos empleados, que a su vez manifiestan sentirse más motivados en su puesto de trabajo cuando tienen la seguridad de que su superior no es una persona desleal.

Será una persona que en definitiva nos transmita seguridad.

Capacidad de comunicación

La palabra es un elemento muy potente en nuestras relaciones interpersonales. Ser un buen comunicador nos permitirá llevar a cabo negociaciones de forma exitosa.

El directivo de hoy, tratará con personas no sólo ligadas a su cultura e idioma, sino que tendrá que viajar y entablar lazos o relaciones profesionales con personas de gran diversidad cultural, en entornos distintos al suyo y bajo principios o normas organizacionales que discrepen de las suyas.

A continuación señalamos aquellos rasgos grafológicos que van asociados a algunas de las características anteriormente mencionadas:

Grafología de la capacidad de organización y planificación:

  • Márgenes regulares.
  • Rasgos iniciales largos.
  • Ausencia de choques entre pies y crestas.
  • Rúbrica realizada antes de firmar.
  • Regularidad en general a lo largo del escrito (tamaño, forma, presión, dirección, inclinación, cohesión, velocidad).
  • Signos de puntuación correctos.
  • Cifras bien ejecutadas.
  • Puntos de ‘i’, barras de ‘t’ precisos.

Grafología de la inteligencia:

  • Escritura de velocidad rápida.
  • Uniones altas.
  • Formas/mayúsculas originales.
  • Presión firme.
  • Orden interno.
  • Firma estética.

Grafología del sentido de la justicia:

  • Escritura sobrealzada.
  • Mayúsculas grandes.
  • Barras de ‘t’ altas.
  • Presión firme, con predominio del sentido vertical.
  • Firma de mayor tamaño que el texto.

Grafología de la honestidad:

  • Escritura espontánea.
  • Óvalo redondo sencillo (sin bucles o rellenos).
  • Adecuada distribución dentro del texto.
  • Claridad en letras y guarismos.
  • Rúbrica sencilla.
  • Puntos de ‘i’, barras de ‘t’ centro-derecha.

Grafología de la capacidad de comunicación:

  • Escritura inclinada a la derecha.
  • Óvalos abiertos a la derecha.
  • Letras ‘n’ y ‘m’ en guirnaldas, abiertas en su parte superior.
  • Escritura agrupada o ligada.
  • Margen derecho pequeño.
  • Escritura progresiva.
  • Coligamientos curvos.

Sandra Calvo Jiménez

Lic. Criminología

Grafóloga-Perito Calígrafo

www.scperitocaligrafo.com

Grafología y recursos humanos